….algo se muere en el alma.
Al levantarme no se por qué intuà que no iba a ser un buen dÃa pues algo habÃa ocurrido en el transcurso de la noche de lo que yo no era aun consciente.
Malas sensaciones recorrÃan mi cuerpo, sensaciónes que se hicieron evidentes al bajar a la cocina y no escuchar los tÃpicos arañazos de Tara -mi braco alemana- en la puerta de la terraza donde se encuentran mis perros.
Me asomé por la ventana que da a la terraza desde la misma cocina y ahà la và durmiendo en el suelo. Me extrañó.
Aaron, su compañero -y en él si que es normal- mantenÃa su postura de costumbre y permanecÃa quieto hasta que alguien de nosotros abriera la puerta de la terraza y asà poder salir a su paseo diario por el campo que circunda mi casa. Siempre sale primero Tara, ‘escopetada’ como si le fuera la vida en ello, le encanta correr, brincar, cazar…. Mientras o bien S o bien yo –el que no los saque a su paseo-, les limpia su zona, les repone el agua y cuida de Pau -durmiendo su siesta matinal de más de una hora, cosa que aprovechamos para el aseo de la casa y animales–.
Me hice mi desayuno rondando en todo momento por mi cabeza que algo no andaba bien con Tara, que ayer no tenia apenas hambre –cosa muy rara en ella, lo devora todo– y que tenÃa unos ojos llenos de melancolÃa. No le dimos más importancia y lo achacamos a que tal vez estuviera embaraza y no se encontrara bien (tenÃa el vientre un poco hinchado y habÃa acabado de pasar un celo).
Acabé rápidamente el desayuno –un vaso de leche desnatada con un par de galletas–, entré a la terraza y de inmediato me fijé en el mal olor que hacia y en un reguero de sangre que salia de la parte de atrás donde estaba durmierdo muerta Tara.
Me ahorraré la parte que sigue pues os podeis imaginar como me sentà en esos momentos y cual serÃa mi reacción ante la pérdida de tan buena amiga. Pero lo peor estaba por llegar. Como si de una pelicula de Tarantino se tratara (asà lo explica mi compañera en su blog) me he tenido que comer además el marrón de limpiar el cuerpo y la zona, no hay nada más desagradable que después de disfrutar de alguien en vida tengas que ser quién lo limpie.
Es muy duro ver que el cuerpo esta rÃgido como una piedra, tocarlo, moverlo, meterlo dentro de una caja y llevarlo al veterinario para su posterior incineración (pues eso hemos hecho con el cuerpo de Tara).
En el veterinario nos explican que tal vez se debe todo a una torsion de estomago y nos aseguran que de ser asà no hay remedio, que en menos de 24 horas tal vez es posible que ocurra.
Descansa en paz amiga mia.